Apropiándome de Mi Placer – Una Exploración al Narcofeminismo

“No busco una mujer que consuma drogas”

Durante los últimos 10 años como usuaria de drogas, he llegado a anticipar y esperar este prejuzgamiento. Bien sea de un hombre con el que estoy saliendo o, simplemente alguien que siente la necesidad de decírmelo. De todos modos, lo que siempre resulta interesante es que en 9 de cada 10 veces, la persona que lo ha dicho también es consumidora, ya sean lícitas, ilícitas o una combinación de ambas.

Esto plantea la pregunta ¿por qué en 2022 seguimos sujetos a esta visión polarizante de que lo que está bien para un hombre no está bien para una mujer? Desde una perspectiva personal, podría deberse en parte a la sociedad mayormente conservadora de Irlanda del Norte en la que vivo. Aquí, las drogas siguen siendo un tema tabú, fuertemente criminalizado con muy poco entendimiento de la realidad vivida del uso de sustancias psicoactivas en la sociedad en general. Esto se ha atribuido al legado del conflicto político en la segunda mitad del siglo XX, conocido como “Los Problemas”. La naturaleza de la guerra civil significó que la integración de las drogas en la sociedad fue más lenta que la de nuestros vecinos en el Reino Unido e Irlanda.

Inicialmente, sentí que debería ocultar mi uso de drogas, o en el mejor de los casos minimizar el papel que juegan las drogas en mi estilo de vida. Sin embargo, encontré que era casi imposible lograrlo. Sentí que estaba viviendo una mentira. Esto se debe a que entiendo y aprecio el potencial de placer y disfrute que las drogas pueden brindarme. La belleza de las drogas es su capacidad para mejorar. Para mejorar el placer, las conexiones, la confianza. La alegría extática que sentimos cunado las combinamos con música y baile, la desinhibición durante el sexo, el calor y la intimidad de nuevas amistades. Por supuesto, con todos los placeres hay riesgos, pero el potencial de experiencias sublimes casi siempre nos anima a navegar por estos riesgos, de manera responsable, pero con la anticipación de la libertad y el placer que nos espera.

En esta aceptación de que las drogas juegan un papel integral en mi placer y tiempo libre lo que me ha motivado a ser abierta y honesta acerca de mi uso de drogas y a alentar a otras mujeres a hacer lo mismo. A lo largo de la historia, a las mujeres se les ha impedido buscar el placer. No han tenido la oportunidad de poseer egoístamente sus deseos y alimentar sus pasiones. Poseer nuestro uso de drogas es un acto de rebelión moderno al reconocer que merecemos disfrute, placer, relajación y escapismo.

He contado con la fortuna de poder perseguir mis intereses académicamente. Influenciada por mis fines de semana tomando éxtasis y bailando toda la noche en raves, investigué el resurgimiento de la cultura rave en Irlanda del Norte para mi investigación de pregrado. Hablando de esto con amigos y familiares, me di cuenta de que a través de la academia y la investigación podría abrir el camino para conversaciones sobre el placer y los beneficios del uso de drogas. Mi maestría se centró en la presentación del uso recreativo o no problemático de drogas en las políticas de drogas del Reino Unido e Irlanda (Spoiler: No existe). Esto me lleva al día de hoy, y acabo de comenzar mi viaje de tres años como investigadora de doctorado, investigando el consumo de drogas entre los miembros de la comunidad LGBTIQ+ en Irlanda del Norte.

Ya he experimentado la estigmatización como mujer en la académica y en la investigación de drogas:

“¿Eres gay?”

“¿Qué drogas tomas?”

“¿No te preocupa lo que la gente piense?”

Como mujer joven que tanto usa como investiga las drogas, espero negatividad y estigmatización. Pero solo porque algo se espera, no significa que sea correcto.

En mi experiencia, la mejor manera de superar la estigmatización es a través de la aceptación personal. Acepto que soy usuaria de drogas. Acepto que este estilo de vida puede no ser del agrado de todos, pero ha permitido momentos de felicidad, placer y amistad que no habría experimentado sin drogas. Reconozco que las drogas han, y continúan, mejorando mi vida y mis experiencias. Me siento increíblemente afortunada de que se me haya animado a seguir mi pasión, que tengo la plataforma para agregar al cuerpo existente de conocimiento sobre drogas y uso de drogas, especialmente en relación con el ocio y la mejora. Espero alentar a más mujeres, hombres y personas a considerar su propia relación y actitud hacia las drogas. A aceptarse a sí mismos donde están, y considerar qué pueden hacer para apoyarse mutuamente, mientras abren la conversación sobre los placeres y beneficios vividos del uso de drogas.


Jessica Spratt es una estudiante de doctorado en la Universidad de Ulster, Irlanda del Norte. Su entrada fue seleccionada como una de las tres finalistas principales de la competencia de blogs de narcofeminismo de INPUD, titulada: "Nuestros cuerpos, Nuestra elección, Nuestros derechos, Nuestra voz". Puede ver las otras entradas aquí.