El Presidente de Filipinas Pide la Pena de Muerte por Posesión de Drogas

El Presidente Rodrigo Duterte en su primer discurso sobre la situación del país en 2016

El Presidente Rodrigo Duterte en su primer discurso sobre la situación del país en 2016 (Fuente: Wikimedia)

El presidente Rodrigo Duterte ha pedido la instauración de la pena de muerte en Filipinas para una serie de delitos - incluyendo la posesión de drogas - mientras en su país continúa la brutal masacre de personas que usan drogas.

En su segundo discurso sobre la situación de la nación, exhortó al Congreso a que “trabaje sobre todas las leyes pendientes para reimplantar [la] pena de muerte [por] crímenes atroces”.

Los “crímenes atroces” a los que se refiere Duterte están incluidos en una lista de delitos contemplados por un texto legislativo que actualmente está pendiente en el Senado - Proyecto de Ley Nº 4727 de la Cámara de Representantes, que solicita el restablecimiento de la pena de muerte para ciertos delitos. Entre los mismos se encuentra la “posesión de drogas peligrosas”.

El Proyecto de Ley establece que “la pena de prisión perpetua HASTA MORIR… será impuesta a cualquier persona que, a menos que esté autorizada por la ley, posea cualquier droga peligrosa… independientemente del grado de pureza”. Para que una persona sea pasible de recibir la pena capital, debe estar en posesión de drogas por encima de un umbral de 10 gramos de resina de cannabis, opio, morfina, heroína, cocaína, éxtasis, o metanfetamina, o de 500 gramos de hierba de cannabis.

En marzo, los miembros de la Cámara de Representantes votaron abrumadoramente a favor del Proyecto de Ley, pero el mismo está a la espera de la aprobación del Senado.

Durante su discurso, Duterte enfatizó que la venganza es una razón clave para reinstaurar la pena de muerte. “Es hora de que cumplamos nuestro mandato de proteger a nuestro pueblo […]. Durante tanto tiempo [sic] tenemos que actuar de manera decisiva con respecto a esta polémica cuestión. La pena capital no tiene que ver sólo con la disuasión, también tiene que ver con la represalia”, afirmó.

“Nuestro sistema penal usa el código penal revisado. Es una ley que nos fue dada por los españoles, el código penal revisado original, aunque fue traducido al inglés. Y esos dos libros, la definición de delitos y las penas y todo [sic], y la orientación de ese código penal revisado, damas y caballeros, es la esencia de la represalia. Por eso tienen penalización”, dijo Duterte. “En Filipinas es realmente ojo por ojo, diente por diente”.

Desde que tomó posesión de su cargo en junio de 2016, el presidente Duterte ha llevado a cabo extrajudicialmente una matanza masiva de personas, principalmente pobres, bajo la apariencia de una guerra contra las drogas. Mucha gente está siendo asesinada por escuadrones de la muerte anónimos, y ha habido constantes denuncias de que los asesinatos están coordinados - o de que incluso son cometidos - por la policía.

Durante su discurso sobre la situación del país, Duterte censuró la muestra de indulgencia hacia las personas que cometen delitos de drogas, y expresó dudas sobre el hecho de que la reclusión en prisión pudiese rehabilitar a los individuos. Insistió en que la pena de muerte era la única opción para ciertos delitos. En su habitualmente vulgar estilo, advirtió que quien comete un delito de drogas es un “hijo de perra [sic], un ser humano con un cerebro virulento, y su enemigo es la sociedad”.

No está claro si el Senado aprobará el Proyecto de Ley 4727 de la Cámara de Representantes. En abril, un senador afirmó que el mencionado proyecto está “muerto” debido a la falta de respaldo; sin embargo, el reciente discurso de Duterte podría re-energizar a quienes apoyan la pena de muerte. Cabe destacar que, más allá de que el Proyecto de Ley se apruebe o no, parece que el asesinato en masa de personas por presuntos delitos de drogas continuará por fuera del sistema de justicia.