Funcionarios de Bangladesh Prometen Hacer Lista de "Drogadictos" como Parte de una Represión “Drástica”

Fuerzas policiales de Bangladesh

Fuerzas policiales de Bangladesh (Fuente: Wikimedia)

Entre las medidas “drásticas” que las autoridades de Bangladesh han prometido tomar para reducir el consumo de drogas, posiblemente se incluya la creación de una lista de los “drogadictos” de todo el país.

El 14 de marzo, el Departamento de Control de Narcóticos de Bangladesh (DNC, por sus siglas en inglés) publicó un documento donde anticipa la realización de un estudio sobre la tasa de consumo de drogas, situación que es vista como una seria y creciente amenaza para el país.

“La adicción a las drogas… se está volviendo una situación grave…La nación en general está en estado de pánico por las consecuencias de [la] creciente tendencia en el uso de productos aditivos diversificados [sic]”, señala el documento, que agrega “necesitamos hacer algo drástico sin demora para salir de esta perversa situación. De lo contrario, toda la nación puede comenzar en forma inmediata a sufrir en tal medida [que] estará más allá de la recuperación y reparación.”

En ese momento, el DNC sostuvo que el mencionado estudio tendría por objetivo comprobar el grado de “drogadicción” en Bangladesh, como así también desarrollar una “percepción de las cuestiones relacionadas tanto con la demanda como con el suministro.” Sin embargo, a principios de junio, un alto funcionario del DNC señaló que el estudio ha tomado un giro sin precedentes: el mismo será utilizado para crear una lista de todos los “drogadictos” del país.

El anuncio - realizado por Mohammad Khorshid Alam, subdirector del DNC para la región metropolitana de Dhaka - ha sido difundido por los diarios en lengua inglesa de Bangladesh Dhaka Tribune y New Nation. Si bien parece logísticamente inviable que el estado cree con exactitud una lista de todas las personas con problemas de consumo de drogas, la mera sugerencia de llevar esto a cabo tiene tintes de un aumento de intensidad en la guerra antidroga bangladesí, lo cual puede plantear serias amenazas en materia de derechos humanos.    

Alam no entró en detalles sobre lo que el DNC o el gobierno buscaban hacer con esta lista.  

Un esquema similar fue intentado en las Filipinas en septiembre, según el cual se requirió de los funcionarios locales que presentasen al gobierno listas de personas que utilizan drogas. Durante el pasado año, más de 9.000 personas fueron asesinadas en las Filipinas a manos de la policía o de guardias, por presunta vinculación con drogas, y la creación de las mencionadas listas puede haber acelerado la brutal matanza.

El anuncio del DNC bangladesí surge en medio de un aparente aumento en el país del uso de la problemática “yaba” (píldoras de metanfetamina), como así también en medio de una retórica cada vez más autoritaria y moralista por parte de los funcionarios estatales en torno a las drogas.

Citando datos de Youth First Concerns, una organización humanitaria con base en Bangladesh, el Dhaka Tribune recientemente afirmó que hay aproximadamente siete millones de personas en el país con problemas por consumo de drogas - lo que representa un incremento con respecto a los seis millones calculados en 2013. La población total de Bangladesh es de alrededor de164 millones. El Presidente de la Comisión Parlamentaria Permanente del Ministerio del Interior, Tipu Munshi, afirmó hace poco que hay 550.000 “niños toxicómanos” en Bangladesh.

En febrero, los agentes de la ley, expertos en salud, periodistas y otras personas prominentes participaron en una mesa redonda de emergencia para discutir la “epidemia” de drogadicción en Bangladesh, especialmente en lo que respecta al consumo de yaba.

El Director General del DNC, Khandakar Rakibur Rahman, habló durante el evento y advirtió que la criminalización masiva por delitos relacionados con estupefacientes no era suficiente para reducir el consumo.

“Los que delinquen por drogas y languidecen en prisión en Bangladesh constituyen el 30% del total de presos por drogas de todo el mundo”, dijo Rahman, sin citar una fuente. “[Arrestar] a los criminales de la droga… no es suficiente para eliminar este problema de la sociedad. Tenemos que crear una conciencia pública para combatir en forma efectiva el uso indebido de drogas. Los drogadictos deben ser bien tratados. Deben poder reintegrarse a la sociedad convencional. Que tengan empleo es un imperativo.”

Mientras los comentarios de Rahman sugieren que existe potencial para un mayor enfoque en la salud y no en la criminalización, la líder del país - la Primer Ministra Sheikh Hasina - ha pintado un panorama diferente, vinculando el uso de drogas con la violencia y el pecado.

“Los jóvenes deben abstenerse de usar drogas, del terrorismo, del extremismo y de la militancia, porque estas amenazas nunca conducen a nadie a una ruta [de vida] saludable, y las mismas jamás permitirán a nadie ir al cielo”, sostuvo la Ministra en noviembre.

Además señaló que “[el consumo de drogas] destruye a la familia y la vida de la gente [y] cuando un hombre toma drogas, pierde su potencia y capacidad de pensar, se enferma y muere.”

Si bien aún está por verse cómo los funcionarios intentarán crear una lista de personas consumidoras de drogas, el anuncio del DNC - paralelamente a las declaraciones de la Primer Ministra - ponen de relieve un aparente aumento del autoritarismo en el enfoque bangladesí sobre el uso de drogas.