ONG esteriliza a adictas a cambio de dinero

300 dólares ofrece la organización norteamericana Project Prevention a mujeres y hombres adictos para que se sometan a esterilización o a un tratamiento de control de natalidad en el largo plazo. La iniciativa, a cargo de Barbara Harris, nació en 1997 con el objetivo de reducir a cero el número de nacimientos de niños de padres adictos.

La idea surgió luego de que Harris adoptara cuatro de ocho hijos de una adicta de Los Ángeles y comprobara las dificultades y el daño provocado durante la gestación al desarrollo emocional y físico de los niños. En un principio, la organización buscó impulsar una ley que hiciera obligatorio el control de natalidad para mujeres adictas, pero no tuvo éxito. Ante el fracaso, Harris escogió un camino alternativo y con la ayuda de privados comenzó a ofrecer dinero a los adictos a cambio de tratamiento de contracepción o esterilización.

El proyecto ha enfrentado fuertes críticas. Por ejemplo, una organización norteamericana que defiende a las embarazadas (National Advocates for Pregnant Women) ha acusado a Harris de esparcir “propaganda peligrosa” y de hacer ingeniería social al definir un sector de la sociedad como incapaz de criar hijos. Project Prevention ha sido comparada con el programa de eugenesia llevado a cabo por los nazis con el objetivo de exterminar a los judíos, gitanos, los enfermos mentales y los homosexuales. También ha sido acusada de racista al dirigir sus campañas promocionales a la comunidad negra, pero Harris se defiende al afirmar que está casada con un hombre negro y sus diez hijos adoptivos son negros también. De acuerdo a sus cifras, más de la mitad de los adictos que han recibido dinero por la esterilización han sido blancos.

Sin embargo, ofrecer dinero a los adictos no es la solución al problema. ¿Por qué no usar ese dinero en financiar tratamientos de desintoxicación? Harris afirma que la mayoría de los usuarios de su programa ya han pasado por ese tipo de tratamientos y no  han sido exitosos, es una apuesta sobre la cual no hay certeza de éxito.

A pesar de que Project Prevention declara que su principal interés son los adictos, los no adictos también pueden acceder al tratamiento tanto como alcohólicos y drogadictos rehabilitados. A una ex alcohólica, quien no ha bebido en 16 años, se le ofreció la posibilidad de esterilización.

La iniciativa de Barbara Harris es radical. ¿Qué tan válidas son sus razones?, ¿Podrían los servicios de salud hacer algo más para terminar con este problema sin tener que vulnerar los derechos reproductivos de las mujeres?